Please enable / Bitte aktiviere JavaScript!
Veuillez activer / Por favor activa el Javascript![ ? ]

domingo, 18 de octubre de 2015

La mémoire d'une ombre (Capítulo 6 "Sorpresas")

Capítulo 6.- “Sorpresas”

-¿No crees que han estado mucho tiempo en la mansión de Thomas?- Siento como el cuerpo junto a mí se remueve al escuchar mi pregunta, pero no obtengo ninguna respuesta de su parte. -Rauth…-
-Mmmmm… Louis ya duérmete, ellos deben estar bien- Tras decir eso lo observo esconderse debajo de la ropa de cama, lo cual me provoca sonreír con ternura por la acción. El silencio del cuarto me hace regresar a mis pensamientos, ya ha pasado más de una semana desde que Daniel junto con Abelard y Leich se fueron donde Thomas y en todo este tiempo una sensación de intranquilidad me ha invadido. -No vas dormir ¿Cierto?-.

-Perdón Rauth, no quería…- Antes de poder decir algo más sale de su escondite y me atrapa entre sus brazos y acomodando mi cabeza en su pecho, permitiéndome poder escuchar el acelerado ritmo de su corazón. -No quería preocuparte…- Paso mis dedos por su pecho desnudo, siguiendo las marcas propias de su especie grabadas en su morena piel con lentitud.

-Intenta descansar.- Siento como besa mi frente y se acurruca apretándome a su cuerpo, cual niño pequeño abrazando a su peluche, lo contemplo dormir hasta que siento mis ojos pesados, me acomodo en su pecho y curioseo por última vez  la hora en el reloj de mi pared, son las cuatro de la mañana, al menos intentaré dormir un par de horas.
Un fuerte sonido me despierta de golpe, observo a mi alrededor buscando el origen, pero además de algunas prendas tiradas en el piso luego de la acción de anoche, no hay rastros de lo que pudo provocar ese estruendo, me acomodo nuevamente en mi cama notando que Rauth ya no está, en su lugar una hermosa flor adorna la almohada junto a mí, le encanta hacerme ese tipo de regalos y por supuesto yo acepto gustoso esos adorables gestos de su parte. Pongo mi atención en el reloj, son las dos de la tarde, continuo examinándolo sin lograr procesar la información en mi cabeza, hasta que la realidad cayó encima mío como balde de agua fría, me levanto de golpe y entro al baño para lavarme rápidamente, me tomó unos quince minutos estar listo. Al salir del cuarto puedo notar el olor de algo quemándose en la cocina y también encontré el origen del fuerte ruido, la bonita mesa de madera del comedor estaba partida por la mitad junto con un montón de sillas rotas.

-Buenas tardes Louis, parece que la acción de anoche te agotó bastante- Le dedico una mirada de furia a Ethan mientras éste sale de la cocina, puedo notar la maldita sonrisa de burla en su rostro y maldigo internamente  el momento en que nos pilló besándonos en el sillón hace un par de días atrás.

-Estas provocando un incendio Ethan, desde aquí puedo sentir el olor a quemado-

-Calma, fue solo un poco-

-¿Me puedes explicar que sucedió aquí?-

-Gabriel y Rauth comenzaron a competir por quien era más fuerte, ahora deben seguir compitiendo afuera en el bosque, ya sabes cómo son- Lo observo regresar a la cocina y escucho otro fuerte estruendo junto con el sonido de un árbol cayendo, me dirijo a la entrada de la casa molesto y antes de poder dar un paso fuera de esta, un enorme tronco cae enfrente mío.

-¡Hey, ten cuidado!- Noto a Rauth llegar a mi lado, quitando el enorme tronco de la pasada, mientras le dedica una mirada de fastidio a Gabriel.

-¡Perdón Louis, no te vi!- Escucho gritar al hombre lobo mientras corre hacia mí para comprobar si me encontraba bien.

-Se puede saber… ¿¡Qué rayos están haciendo!?- ambos cruzan miradas por unos segundos y luego miran el desastre provocado por ellos mismos. -¿Y bien?-.

-Estábamos… Cambiando la decoración del lugar- La respuesta de Gabriel y la sonrisa por parte de ambos provoca que me hierva la sangre y ellos parecen notarlo, el aire a nuestro alrededor se vuelve denso y los árboles comienzan a crujir con mi energía. Odio usar magia oscura, lo detesto con todo mi ser, pero es parte se mi naturaleza y hay veces, como esta ocasión, en que simplemente no puedo controlarme.

-¡¡¡Chicos miren lo que encontré!!!- Ethan rompe el ambiente al empujarme para poder llegar donde el par de desastrosos y si no fuera por Rauth hubiera terminado con la cara en el piso.

-Ups, perdón Louis- Le dedico una mirada de odio puro, hasta notar lo que trae en las manos.

-¿De dónde sacaste eso?- Me sonríe de forma traviesa en forma de respuesta, lo cual no es nada bueno.

-Encontré la reserva secreta de Abelard- Su sonrisa se hizo aun más amplia al levantar las botellas de licor en que trae en sus manos. Subo mi mirada hasta el rostro de Rauth el cual esta sonriendo de manera cómplice con Gabriel, esto definitivamente no es nada bueno.

Despierto con un horrible dolor de cabeza y de cuerpo, junto a mi esta Rauth abrazándome casi protectoramente como siempre lo hace, unos metros más lejos esta Ethan tirado en sillón durmiendo y babeando un cojín, para mi sorpresa Gabriel está detrás de el abrazándolo, quien diría que alguna vez pillaría a estos dos durmiendo juntos y tan pegados, harían una muy linda pareja juntos aun que les va a durar sólo hasta que despierten.
Dejo de prestarles atención para intentar liberarme del agarre de mi amante, me tomó más de lo pensado pero luego de mucho esfuerzo estoy libre, sin que Rauth lo notara, me siento a su lado y contemplo el desastre que habíamos provocado, nos quedamos dormidos junto a la chimenea luego de pasar toda la noche bebiendo y jugando cosas que apenas recuerdo, en lo personal prefiero que se queden en el olvido. Me levanto lentamente mientras escucho crujir como cada hueso de mi cuerpo por haber dormido en el piso, vuelvo a observar a mí alrededor y suspiro de forma escandalosa, sólo espero que Abelard y el resto no vuelvan pronto y se encuentren bien.
Claro está que al destino le gusta jugar con mis sentimientos, apenas doy unos pasos en dirección a la cocina escucho el sonido de la puerta abrirse, me quedo paralizado en mi puesto mientras Danny, Leich y Abelard entran en la casa, siendo los dos últimos quienes se quedan estáticos al ver el estado de esta.

-Buenos días Louis- Me dice Danny al pasar junto a mí y posteriormente encerrarse en su pieza, lo cual me parece bastante raro, pero tengo otra cosa de lo que preocuparme ahora.

-Ammm… ¿Bienvenidos?- Sonrío entre tímido y asustado, mientras que con un pie intento despertar a Rauth.

-¿Qué fue lo que sucedió?- Siento los ojos de Leich sobre mí, levanto la vista y noto que sus ojos brillan, parecen verdaderos témpanos de hielo.

-Yo… Bueno…- Puedo ver el vapor que produzco al hablar, producto de la baja repentina en la temperatura. -¡Intente hacerlos entrar en razón, pero les dije que no me escucharían si me dejaban a cargo!- La mirada del Nekium se torno aun más molesta con mi respuesta lo cual me pone extremadamente nervioso, podía sentir como el frio se colaba lentamente por mi cuerpo.

-¡¡MIS BEBES!!- El grito de Abelard nos hace pegar a ambos un pequeño brinco por la impresión. -¡¡Mis bebes están vacios!!- Observo como el cazador, abraza un montón de botellas vacías en el suelo, ahora que lo recuerdo Ethan mencionó algo sobre una reserva secreta.

Un fuerte tirón me hace caer al suelo y ser nuevamente prisionero de los brazos de Rauth, al parecer tiene frio y busca el calor en mi cuerpo.-Rauth, despierta por favor- Le susurro en un intento de poder despertarlo.

-Mmmm… Aún es muy temprano amor, déjame estar así un poco mas- Me sonrojo al escuchar la palabra amor salir de su boca, sonrío como tonto por unos segundos hasta recordar toda la situación.

-Es importante, en serio debemos levantarnos-

-Oh, vamos solo vuelve a dormir- Siento su mano colarse por debajo de mi camisa mientras esconde su rostro en mi cuello, el calor que desprende su cuerpo es tan reconfortante que me llega a adormilar un poco, hasta que un enorme cristal de hielo aparece entre nosotros obligándonos a separarnos. Escucho un fuerte ruido a mis espaldas a lo cual volteo notando que el sillón en donde Ethan y Gabriel dormían plácidamente, se encontraba completamente dado vuelta por otro cristal de hielo.

-¡Maldito Leich, mira lo que acabas de hacer!- Siento las manos de Rauth toman suavemente mis brazos y es cuándo por fin noto que brota sangre de ellos, al parecer el cristal es un tanto filoso.

-¡Mira el desastre que provocaron Rauth, su deber era cuidar la casa!-

-¡¡La casa está bien, solo necesita un poco de limpieza, no es razón para que llegues y hagas un escándalo!!- Observo a Rauth levantarse molesto y acercarse a Leich, los ojos de ambos destellan producto del enojo. En un momento y sin que pueda hacer algo para evitarlo, Rauth toma fuertemente de la ropa al Nekium, levantándolo incluso un poco del suelo, observo a Abelard levantarse del suelo e intentar separarlos pero pare una tarea inútil.

-¡No te atrevas a tocarme Rauth, suéltame de una vez!-

-¡¡Lastimaste a Louis!!-

-¡Fue solo un rasguño, no morirá por eso!- Un rasguño del cual por cierto brota mucha sangre. Al mirar el liquido rojo brotar de mis brazos fue que reaccione, Ethan aun estaba dentro de la casa, volteo rápidamente para buscarlo pero ya era tarde, Veo en cámara lenta como Ethan se arroja en contra mío, provocando que golpee fuertemente mi cabeza contra el suelo, siento como el golpe me aturde un poco, pero aun así intento poner resistencia en contra del vampiro.
 ¿Alguien me puede explicar, en qué momento todo se salió de control en esta casa? Un fuerte golpe de energía me saca de mis pensamientos. No sé cuánto tiempo habré estado aturdido  pero Ethan ya no estaba sobre mí, sino que en los brazos de Gabriel luchando con todas sus fuerzas por soltarse, Rauth está junto a mí, con una expresión de preocupación en su rostro que no puedo soportar, acaricio su rostro intentando tranquilizarlo, pero solo logro afligirlo aun más con el dolor de mis brazos.
Puedo sentir una extraña energía junto a mí y es cuando al fin me doy cuenta de la otra presencia extraña observándome con unos grandes ojos carmesí, ojos muy parecidos a los de Danny si no fuera por el color, ahora que lo observo bien… ¡El chico junto a mi es idéntico a Daniel! Aun que solo en sus rasgos físicos, ya que a diferencia del muchacho, la piel de este chico era completamente negra al igual que su ropa, y el resto de sus cosas, excepto por esos ojos, Ese par de rubíes contrasta perfectamente en su rostro. Curioso estiro lentamente mi mano hacia la suya, pero mi sorpresa se hace aun mayor cuando la traspaso, como si el chico no existiera.

-No tiene cuerpo físico, es solo una sombra que se materializa por energía- La voz de Danny me toma por sorpresa, al igual que notar mis brazos completamente sanos y sin ningún dolor.

-Gracias Danny- Le digo mientras me incorporo con la ayuda de Rauth.

-No fue nada, ¿te sientes bien?-

-Mucho mejor gracias a ti- Siento como mi querido Kratuk me aprieta contra su cuerpo y lo observo mirar agradecido al pequeño. -Danny, que eso de una sombra-

-Oh! ¿Te refieres al chico junto a mí?… Pues, es mi sombra, mira- Lo observo señalar el suelo, notando que efectivamente su sombra ya no está.

-¿Como…?-

-Es una larga historia, que tal si ordenamos un poco para que se las pueda contar- Nos miramos durante unos segundos con Rauth para luego aceptar la oferta de Daniel.
Limpiar nos tomo solo un par de horas con mi magia y la ayuda de todos, aun así el ambiente se mantenía tenso, Abelard se fue con Leich para hablar sobre lo sucedido y Gabriel aun no aparecía con Ethan, pero dudo que aparezcan en unas cuantas horas más hasta que por lo menos el vampiro pueda volver a controlarse por completo.
Termino de ordenar los sillones para así poder sentarnos a hablar, no pasa más de 5 minutos cuando Rauth se acerca con una bandeja llena de dulces y 3 tazas con chocolate caliente, la cual deja sobre una mesita de centro para luego sentarse junto a mí en el sillón, Danny no tarda en llegar junto con su clon exacto siguiéndolo para todos lados.

-Jajaja parece un pollito siguiendo a su madre- No puedo evitar reír con el comentario de mi pareja, a lo que Danny reacciona tomando un sutil color rojo en sus mejillas y su sombra contemplándonos curioso.

-Su nombre es Lown, o al menos eso me dijo-

-¿Puedes hablar con el Danny?- Le pregunto mientras tomo una de las tazas para calentar mis manos con ella.

-Algo así, puedo escucharlo en mi cabeza, aun que no dice mucho-

-¿Como apareció?- La expresión de Daniel se puso seria tras la pregunta de Rauth, se toma su tiempo para respondernos, sentándose frente a nosotros y jugando con sus dedos es que comienza el relato de todo el viaje y de cómo se topo con un extraño chico en sus sueños. Continuo hablando sobre el ataque que sufrió por parte del Totub y como despertó posteriormente en la mansión de Thomas, nos relató cada sueño que tuvo con el chico ahora llamado Neithel y como este lo alejaba de sus pesadillas, no pasa desapercibido para Rauth ni para mí como el tono de voz y las expresiones de Daniel cambian al mencionar al extraño, por un momento se detuvo en su relato y toco sus labios, puedo notar como de sus ojos se asoman las lagrimas que lucha por contener, respira hondo y nos relata de cómo a pesar de negarse intentaron bloquear la conexión que tenia, parece ser que no tuvieron éxito gracias a que Lown intervino. Cuando despertó Abelard le explico que lo había sucedido durante el ritual y tuvo una discusión bastante grande con Leich y Thomas, se marcharon de la mansión el mismo día y esa noche las pesadillas habían vuelto con más fuerza y crueldad que antes, por un momento tuvo la esperanza de que si su conexión con las pesadillas se mantenía, entonces también seguiría la de Neithel, pero no fue así, ya no había podido volver a ver o hablar con él. Con respecto a Lown, aparecía cada vez que Daniel estaba triste o necesitaba de ayuda, es un protector o guardián, al menos eso le había dicho a Danny, parece que la relación entre Danny y Leich está bastante tensa porque la sombra no deja ni siquiera que el Nekium se acerque a su protegido. Al terminar su relato las lágrimas ya corren libremente por su rostro y Lown había vuelto a ser la sombra de Daniel.

-¿Es posible… Extrañar tanto a  alguien  que apenas conoces de hace unos pocos días?- El dolor en las palabras de Danny era notorio, me acerco a él y arrodillo para mirarlo fijamente, limpio sus lagrimas y lo abrazo en silencio, el me responde el abrazo y comienza a llorar sin contenerse en mi hombro. -Lo extraño Louis, lo extraño mucho- Con cada palabra lo siento temblar y apretarme aun más. -Extraño su tranquilidad, su mirada, su sonrisa, su voz… El debe estar tan solo, necesito encontrarlo, el me necesita…-.

-Daniel…- Escucho.la voz de Rauth junto a mí, lo veo arrodillarse y desordenar el pelo de Danny. -Oye, te ayudaremos a buscarlo- Siento que el abrazo se vuelve más suave y por fin levanta su rostro para poder mirar a Rauth.

-Yo intentare hacer lo posible para alejar tus pesadillas y recuperar la conexión con Neithel, haré mi mejor esfuerzo Danny te lo prometo- Nos mira sorprendido, con ayuda de Rauth seco las lagrimas de su rostro y le paso un pañuelo.

-¿Enserio…? ¿Me ayudaran?- Cruzamos miradas con Rauth y sonreímos en forma de respuesta.

-Vamos a hacer nuestro mayor esfuerzo Danny, lo prometemos- Daniel sonríe al escuchar las palabras de Rauth y nos abraza a ambos.

-Gracias… De verdad-

-Bien, ya está oscureciendo, iré a buscar al resto ustedes dos vayan a descansar fue un día demasiado agotador-. Asentimos con la cabeza mientras lo observamos dirigirse a la salida, rápidamente me levanto y despido a Rauth en la puerta pidiéndole que tenga cuidado, el bosque por la noche es un lugar muy peligroso aun para un Kratuk. Lo veo alejarse hasta perderse en la oscuridad, me quedo unos minutos más en la puerta hasta que el frio me obliga a entrar.

-Son las 10, ¿quieres hacer alguna cosa? No tengo ganas de ir a dormir aun- Danny esta aun sentado en un sillón, bueno sentado no sé si sea la palabra ya que su cabeza cuelga en donde deberían estar los pies.

-Jajajaja, puedo notar lo aburrido que estas Danny- Frunce el ceño ante mi respuesta lo que me provoca seguir riendo. -¿Quieres ayudarme con unas pociones?- Su expresión cambia inmediatamente con la invitación y en unos pocos segundos ya estaba parado junto a mí con la emoción en su rostro.

-¡¿De verdad puedo ayudarte?!-

-Por algo te lo estoy diciendo…-

-¡Nunca me habías dejado ayudarte!-

-Es porque eras muy pequeño, podías causar un desastre- Comienzo a caminar hacia mi cuarto con Daniel siguiéndome notoriamente feliz, llegamos a la puerta y noto algo interesante. Volteo a ver de frente a Danny el cual ahora me mira curioso porque aun no abro la puerta.

-Quédate quieto Danny- Llevo mi mano a su cabeza para comparar alturas y mi impresión era correcta. -Creciste bastante pequeño, jajajaja llegara el momento en que ya no te podremos decir así- 

-¿Enserio crecí?- Sus ojos brillan emocionado. -¡Eso quiere decir que estoy por alcanzarlo!- Le sonrió y abro la puerta para así poder entrar a mi cuarto.

-¿Te refieres al chico de tus sueños cierto? Neithel si no mal recuerdo-

-Sí, me solía molestar por mi tamaño y edad, quiero ver su rostro cuando descubra que soy más alto que el-

-Jajaja ¿Y cómo es él?- Le indico una silla junto a la mesa de trabajo a Danny para que siente mientras busco los materiales.

-Ammm… El es…- Volteo a observarlo, esta notoriamente sonrojado jugando con algunas herramientas de la mesa. -Su cabello es negro como el mío, pero mucho más largo y sedoso… Sus ojos son una combinación entre Azul y verde, siempre expresivos, cuando te mira sientes que analiza hasta tu alma, su piel es suave y blanca… Siempre estaba fría, como verdadera porcelana- Daniel parece perderse en sus pensamientos mientras recuerda a Neithel, me recuerda un poco a mí, cuando conocí a Rauth. -Sus labios también son muy bonitos y el lunar en su rostro también...- Coloco los materiales en la mesa y busco el libro necesario para trabajar, mientras escucho atento cada palabra de Danny.

-Se escucha como un chico muy atractivo-

-Demasiado… Además que desborda sensualidad en su forma de ser, siempre conseguía sonrojarme con sus comentarios-

-¿Qué edad tiene?-

-seiscientos cuarenta y nueve...- Con la respuesta el libro que traía en manos cayó estrepitosamente al suelo.

-Disculpa… ¿Qué?-

-Jajajaja también me sorprendí al principio-

-Vaya muchacho debe ser, sería interesante conocerlo… ¿De qué edad lucia?-

-Unos 20 o 21 años-

-¿No te dijo que era?-

-Nunca le pregunte…-

-Interesante… realmente me gustaría conocerlo- Puedo ver como la sonrisa de Daniel crece con mi respuesta.

-Te agradara, aun que es un poco… Mmm como decirlo… Ammm, se llevaria excelente con Ethan por su personalidad- Me expresión cambia inmediatamente, alguien igual a Ethan no es totalmente de mi agrado. -Tranquilo, tiene sus momentos de calma y disfruta de un buen tema de conversación-

-Tendría que conocerlo, para juzgar- Me siento junto a Danny y comienzo a explicarle las instrucciones de la poción que realizaremos, tenía un poco de dudas, pero luego de un rato Daniel se volvió en un excelente ayudante, atento y cuidadoso con cada movimiento que hacía, logramos terminar la poción rápidamente y con éxito. -Buen trabajo, me ayudaste bastante pequeño- Examino el liquido y lo guardo en una pequeña botella, junto con otras más en mi repisa.

-¿Que se supone que es?-

-Una poción de regeneración… Algo muy similar a lo que hace tu sangre- 

-¿Crees que funcione aun mejor si le pones un poco de mi sangre? Sería interesante de probar-

-Lo había estado pensando, pero… tendría que ver una forma de que la sangre no coagule y se mantenga en equilibrio con la poción- Anoto algunas ideas en un pequeño cuaderno y volteo a mirar la hora, son las 12 de la noche y el resto aun no llega, una parte de mi confía en que se puedan cuidar solos y otra la está realmente preocupada.

-Tranquilo, Rauth se sabe cuidar- Al parecer Danny noto mi preocupación, le sonrió y nos dirigimos a la cocina para preparar algunas bebidas calientes. En todo el rato Daniel comenzó a preguntarme algunas cosas sobre la mansión de Thomas, mi relación con los chicos de ahí y en especial con Joshua.

-Así que conociste a Joshua-

-Sí, es bastante agradable… ¡Ah! Y agradeció el paquete que le enviaste-

-Jajajaja, hace mucho que no lo veo-

-Me acompaño bastante en mi estadía en la mansión, jajajaja siempre se enojaba cuando mencionaba a Rauth, parece que no se llevan bien-

-Se detestan a muerte, intente por años que lograrán tener una buena relación, pero lo único que conseguí fue que ambos estén en el mismo cuarto que yo mirándose a muerte-

-Culpa a Rauth de que te fueras de la mansión- Me tomo mi tiempo en responder la acusación, comienzo a jugar con la cuchara de mi taza y a caminar hacia el salón para que Daniel me siguiera, al llegar nos sentamos en la alfombra junto a la chimenea encendida.

-En parte tiene razón, deje ese lugar porque me enamore de Rauth y también porque deseaba seguir mi camino de forma independiente, le agradezco mucho a Thomas el haberme recibido como su pupilo, pero llegó el punto en que mis prácticas no lo dejaban conforme, así que preferí irme y aprender por mi cuenta- 

-Es por lo de ser brujo ¿No?-

-¡Oh! Te lo contaron, jajaja si… Thomas no podía creer que desperdiciara el talento familiar en practicar magia blanca, pero yo no quiero ser como mi familia…-

-¿Qué sucedió con tu familia Louis?-

-No lo sé, deben estar viviendo aun en el palacio real del reino de Nainet-

-¡¿Palacio real?! ¡¿Nainet?! Ese no es el reino de las criaturas oscuras-

-El mismo lugar de donde Ethan viene, de hecho alcancé a conocer a la bestia que él tiene de hermano-

-¡¡¿Ethan tiene un hermano?!!-

-Sí, pero la relación entre ambos no es agradable, si alguna vez quieres saber esa parte de la historia debes preguntárselo a él directamente-

-Ya veo…Nainet está conformado gobernado por distintos reyes ¿Cierto?-

-Sí, mi familia es consejera del rey brujo del reino-

-Y… ¿Por qué te fuiste?-

-No encajaba en mi familia… Soy un hechicero, puedo manejar tanto la magia oscura como la blanca y el talento de la magia blanca era prácticamente una deshonra en mi linaje-

-Oh…- Nos quedamos en silencio durante un rato solo se escuchaba el crepitar de la chimenea. -Thomas me dijo que a pesar de que no estaba de acuerdo con tu decisión de dedicarte solo a la magia blanca… Esta muy orgulloso de ti y que eres y siempre serás su aprendiz estrella- Lo mire sorprendido, no pensé que Thomas me considerará aun su aprendiz, de repente me sentí nostálgico y realmente feliz, lo cual Daniel parece notar ya que me sonríe fiel.

-Pensé que estarían durmiendo…- Ambos volteamos sorprendidos al escuchar la voz de Rauth, el cual está parado junto a la puerta con el resto de la familia detrás de el.

-Bienvenidos a casa- Dice Daniel al verlos a todos, Ethan es el primero en correr a su dirección y apretarlo en un abrazo.

-¡¡Mi querido Danny!! ¡¡No sabes cuánto te extrañe!!- Por un momento la mirada del vampiro se cruza con la mía, un escalofrió recorre mi cuerpo al recordar el ataque de esta mañana. –Louis… Lo siento mucho, de verdad no quería lastimarte- Me sorprendo ante la expresión de arrepentimiento con la cual me mira, nunca pensé en ver a Ethan pedirme disculpas de forma tan sincera.

-Ya paso Ethan, tranquilo estoy bien- Me sonríe agradecido, para volver toda su atención a Daniel.

-Díganme que hay algo de comer, muero de hambre- Abelard es el ultimo en entrar acompañado de un callado Leich.

-No hay mucho Abelard, unas cuantas sobras del almuerzo- Le respondo mientras me levanto a servirle un plato. –Tampoco queda mucha comida en la bodega-.

-Eso quiere decir que mañana tendremos que ir al pueblo por suministros- Automáticamente todos volteamos a mirarlo y gritar “Pueblo” a la vez, no podemos ocultar nuestra emoción en poder visitarlo, pocas veces tenemos permitidos en alejarnos demasiado de la cabaña, es uno precio que hay que pagar por vivir como uno de los chicos de Abelard. Estamos bajo su custodia, si algún cazador nos pilla sin Abelard cerca nuestro nace el caos. –Louis serias tan amable de ayudar a Leich a escribir una lista con las cosas que necesitamos-.

-Si no hay problema- Me acerco rápidamente al Nekium para que me siguiera a la bodega donde guardamos la comida, siento como Rauth nos observa atento bajar hacia el oscuro cuarto. Ocupo un poco de magia para encender la luz en la habitación y poder encontrar un cuaderno en donde anotamos todo lo necesario.

-Perdóname Louis, me excedí y por mi culpa te lastimaron…- Lo contemplo mientras juega con su blanco pelo, parece pensar seriamente las palabras que me dirá. –Primero obligo a Daniel a hacer algo que no quiere y por lo cual me odia… Y ahora por mi descontrol te lastime y Rauth ya no quiere dirigirme la palabra-

-Todos cometemos errores Leich, a Rauth se le pasara tarde o temprano sabes como es y Daniel no durara mucho mas enojado contigo, te adora y lo sabes- Le sonrió lo cual parece tranquilizarlo un poco. Nos tomo solo 30 minutos hacer la lista, apenas la terminamos subimos encontrándonos con el lugar vacio, al parecer todos fueron a dormir, nos despedimos y dirigimos a nuestros respectivos cuartos, mañana nos levantaríamos temprano para visitar el pueblo. Al entrar a mi cuarto observo un bulto en mi cama, sonrió y me meto lentamente en ella.

-¿No deberías cambiarte de ropa antes de dormir Louis?-

-Pensé que querrías ayudarme con eso- Escucho a Rauth reír, acaricio su rostro y él me besa apasionadamente. –Es tarde, debemos dormir- Siento sus manos colarse en mi ropa y sacarla fácilmente.

-Aun podemos jugar un poco- Sus manos bajan lentamente provocando que tiemble ante la deliciosa sensación.

-Está bien, pero solo un poco- Lo beso suavemente mientras él me voltea para quedar sobre mí, me sonríe y susurra un “Te amo” que me hace estremecer, es definitivamente una buena forma de cerrar un día tan caótico como el de hoy.

Son las 5 de la tarde, me encuentro recorriendo algunos puestos del pueblo junto con Rauth y Gabriel, Daniel esta más adelante con Ethan hablando sobre algo que compraron. Salimos temprano de casa, aun no sé como logre levantarme luego de la sesión de anoche, Rauth puede ser realmente salvaje cuando quiere y terminamos durmiendo apenas unas cuatro horas, las ojeras son notorias bajo mis ojos violetas, nunca me ha gustado el color de mis ojos pero a Rauth y al resto parecen fascinarles.

-Chicos no se alejen demasiado, recuerden que debemos juntarnos con Abelard en la entrada del bosque en una hora más-

-¡Lo sabemos!- Me responden el unisonó Ethan y Daniel, suspiro cansado por tanto caminar y me dedico a contemplar el cielo, parece ser que se acerca una tormenta, espero no la pillemos camino a casa. Una pequeña explosión nos hace ponernos alerta a todos, parece venir del centro del pueblo.

-¿Qué rayos fue eso?- Niego con la cabeza, dándole a entender a Gabriel que simplemente no la sabia y tampoco quiero saberlo. Vemos correr a un grupo de personas cubiertas con una capa y detrás de ellos un grupo de cazadores. -¡Oh, Genial mejor vámonos antes de que dirijan su atención a nosotros!- Le damos la razón al licántropo y nos alejamos lentamente intentando pasar desapercibidos, pero un par de cazadores jóvenes parecen notar nuestra presencia, fijando su atención principalmente en Daniel.

- Rauth…-Intento avisarle sobre los tipos pero el solo me toma de la mano para que apresure el paso.

-Si lo sé, ya los vi- Llegamos a la entrada del bosque, pero aun no hay rastro de Abelard, decidimos continuar nuestro camino para así quitarnos a los cazadores de encima, logramos llegar cerca del rio cuando Gabriel cae el piso con una notoria expresión de dolor, lo examino notando una flecha con un extraño símbolo clavada en su pierna.

-¿Donde creen que van?- Los cazadores lograron alcanzarnos y ahora nos amenazaban con sus armas dándonos a entender que si intentábamos algo, nos atacarían sin dudar. –No sabes cuantos problemas has causado mocoso- El cazador con el arco miraba realmente enojado a Daniel, mientras que el otro se acercaba amenazante hacia él.

-De que están hablando no hicimos nada- Ethan se interponía entre el cazador y Daniel. –Solo paseábamos tranquilos por el pueblo hasta que escuchamos una explo…- El cazador no dejo que Ethan terminara de hablar, dándole un fuerte golpe en el estomago que lo tiro al suelo.

-¡¡Ethan!!- Daniel intenta ayudar al vampiro pero el cazador lo agarra del cabello y lo obliga a mirarlo. Rauth intenta moverse pero el otro cazador lo miraba apuntándome a mí con el arco, era claro el mensaje, si el intentaba algo yo moría.

-Nos encargaremos de que pagues por todo los problemas que nos has traído mocoso-

-¡¡Auch!! ¡¡Yo no he hecho nada!!-

-¡Te vimos sacar a tus amiguitos de la cárcel, ahora veras como tus acompañantes mueren frete a tus ojos-

-¡¡No esperen!!- Observo como el cazador del arco tensa la cuerda listo para disparar sin darle importancia a los gritos de Daniel rogando para que se detuviera, cierro mis ojos esperando el golpe que nunca llega, en cambio escucho los gritos de los cazadores, intento abrir mis ojos para saber lo que sucede pero Rauth me lo impide cubriendo mis ojos con sus manos.

-No querrás verlo- Me susurra en el oído, pasa poco tiempo cuando siento que los gritos se alejan y Rauth me permite ver de nuevo, puedo observar el pasto y la nieve cubiertas de sangre, volteo rápidamente para mirar a Danny el cual está siendo abrazado por uno de los tipos que estaban cubiertos por una capa.

-¡Oh! Daniel, mi querido Daniel, pensé que nunca que te volvería a ver- Danny estaba notoriamente sorprendido, con los brazos a sus lados sin saber qué hacer. –Pensé que habías muerto, ya han pasado 9 años y no logre encontrarte-

-Espera… ¿Qué?- Daniel rompe el abrazo de golpe y da unos pasos atrás alejándose del desconocido.
– ¿Quién eres y como me conoces?-.

-¿No me recuerdas? Hace nueve años, la mansión en donde vivíamos fue atacada, intentamos huir y tú caíste por un acantilado directo al rio, te busque por años sin éxito y ahora estás enfrente mío- Si Daniel estaba sorprendido, nosotros estábamos con un pequeño ataque de pánico el ver como el desconocido se quitaba su capa y era una copia exacta a Danny, con el cabello más largo y un poco más alto. –Hermano, ¿en verdad no me recuerdas?- Al escuchar la palabra hermano de parte del chico una extraña sensación recorrió mi cuerpo, es como si mi magia intenta advertirme sobre algo. Un fuerte trueno anuncia el inicio de la tormenta y algo me dice que la tormenta también acaba de llegar a nuestras vidas.


~Yuu~





La mémoire d'une ombre (Capítulo 5 "Adios")

Cap.-5 “Adios”
-Se que te encanta venir a visitarme, pero te acabas de ir hace un rato y ya regresaste… debes estar desesperado por verme- Esa voz… Abro mis ojos lentamente encontrándome con los suyos, los recuerdos sucedidos en el mundo real provoca que el miedo y la tristeza lleguen a mí de golpe y comience a llorar. -¡Hey! ¿Qué pasó?- Se acerca a mí con una notoria preocupación, yo solo me volteo ocultando mi rostro en el suave pasto, no quiero que me vea llorar y piense en mi como un mocoso que no puede controlar sus sentimientos. –Oye…- Siento como su mano acaricia mi cabeza gentilmente.- Si no quieres decirme está bien y si quieres llorar yo no te juzgare, solo… déjame ver tus ojos- Me sonrojo al escucharlo susurrar en mi oído y volteo lentamente la cabeza para observarlo, el me dedica una sonrisa amable y pasa sus suaves dedos por mi rostro limpiando el rastro que mis  lagrimas dejan al caer.
-Ellos… Van a romper la conexión que tengo con este mundo- Su rostro muestra sorpresa por unos segundos para luego sonreírme y desordenar mi cabello.

-Terminarían tus pesadillas-

-Pero… Ya nunca podre verte y yo… No quiero- Siento como las lagrimas vuelven a asomarse peligrosamente, el me observa gentil mientras se levanta y sacude su ropa.

-Ven, vamos a pasear un rato- Me tiende la mano para ayudar a levantarme, la cual acepto sin mucho ánimo, de un solo tirón ya estoy parado a su lado, me dedica una de sus sonrisas picaras y comienza a caminar por el prado de flores, no me queda de otra que seguirlo mientras recuerdo las veces que he estado aquí con él. Siempre nos dedicamos a hablar o bueno yo me dedico a hablar y contarle de mi vida con los chicos mientras el escucha atento, de vez en cuando realiza alguna pregunta o se ríe por las anécdotas, pero nunca habla de él, por más preguntas que le haga, siempre logra cambiar el tema, lo cual es molesto pero lo comprendo, yo soy el intruso en su sueño no tiene porque confiar en mí. Escucho un fuerte golpe que me saca de mis pensamientos y me hace mirar el suelo, lo observo tirado quejándose por el golpe en su cara, parece que ni siquiera reaccionó a poner las manos.

-¿Estas bien?- Lo ayudo a levantarse y noto que las cadenas de sus pies están tensas, parece que llegamos al límite de ellas.

-Si, olvide estas cosas en mis pies- Observo su rostro y no puedo evitar reír, su cara está llena de tierra y su nariz esta roja por el golpe. –Bueno, al menos conseguí hacerte reír…- Mira las cadenas y tira un poco de ellas, a lo lejos puedo observar que estas se dirigen al bosque, luego de unos minutos de estar como tontos observándolas el comienza a caminar en dirección al bosque, dudo un momento si seguirlo o no, pero él se detiene y con su mano me indica que lo siga, en el camino comenzó a hacerme preguntas sobre mi estadía en la mansión de Thomas y como me relacionaba con los chicos de ahí, recordarlos a ellos solo provoca que recuerde que este podía ser el último encuentro con este misterioso chico.
Al llegar al bosque caminamos por lo menos unos 30 minutos más hasta llegar a una cueva, nos detuvimos en la entrada mientras el observaba dudoso el lugar. –Mmm… Dudo que logres ver algo con tanta oscuridad, yo estoy acostumbrado al camino, pero tu…- Sin pensarlo mucho me adentro a la cueva, el resto de los chicos no lo saben pero mis ojos se adaptan muy bien a la oscuridad, incluso a veces siento que veo mejor en la noche que en el mismo día, con tanta luz a mi alrededor.

-Vamos que esperas- El me mira sorprendido, pero rápidamente me alcanza y continuamos caminando hasta llegar a un agujero en el piso, sin que pueda pensarlo antes, el me toma de las manos y me obliga a saltar junto con él. Caemos al agua en un pequeño pozo él se afirma de la orilla y sale sin problemas para luego ayudarme a mí, escucho una risilla nerviosa de su parte mientras me observa ¿Tímido?.

-No le digas a nadie, pero odio el agua-

-¿Por qué?-

-Jajaja, no sé nadar-

-Tienes seiscientos cuarenta y nueve años… ¿Y no sabes nadar?- Por primera vez desde que lo conocí observo cómo se sonroja por completo y me da la espalda para ocultarlo, sonrío ante el gesto y por fin me dedico a recorrer el lugar con la vista y es hermoso.
Grandes cristales sobresalen de la roca estos brillaban e iluminaban la cueva con distintos colores, habían pilares en distintas partes con extraños gravados y mas cristales incrustados. –Es… Hermoso-

-Sabia que te gustaría- Comenzamos a recorrer la cueva hasta llegar a una especia de salón circular, en el suelo de piedra esta tallado un símbolo gigante y en el centro de este hay 4 rocas desde donde nacían las cadenas que mantienen prisionero a mi acompañante. –Esta es mi elegante celda en el mundo real o al menos así era cuando me encerraron, no sé en qué estado se encuentre ahora-.

-¿Por qué te encerraron?- Era una pregunta que muchas veces se la había formulado, pero nunca obtenía una respuesta, el silencio llego como siempre que le preguntaba algo, así que me dedique a curiosear por la cueva mientras él se sentaba en el centro junto a las rocas.

-Asesine a la familia real de mi reino- Su respuesta me dejo helado, voltee rápidamente a mirarlo, note su nerviosismo en su rostro, no quería mirarme y se dedicaba a jugar con sus cadenas.

-¿Por qué?-

-Era… necesario- Negó varias veces con su cabeza y apretó las cadenas –Planeaban llevar a la ruina al reino y a sus habitantes y no podía permitirlo-

-¿Quienes eres?- Sus ojos se posan en los míos, observo como toman un brillo especial mientras él se levanta de su puesto para acercarse a mí.

-Soy un ex general y guarda espaldas real, mi deber era proteger tanto a la familia del rey como a los habitantes de su reino, mi padre era un general también a cargo de su ejército… Prácticamente me crie junto con sus hijos y mientras más crecían mas pude notar la maldad en sus ojos, estaban llevando el reino a la ruina con las guerras y no podía permitir que jugaran con la vida de mi gente…Aun que… Había un príncipe, el menor… Recuerdo estar siempre a su lado, éramos grandes amigos… Pero su propia familia estaba planeando su asesinato al ver la creciente popularidad del menor, recuerdo que lo planee durante años el cómo matarlos a todos, menos al hijo menor, él era el digno rey que todos necesitaban, a pesar de que mis hombres me ayudaron en todo, asumí toda la culpa, no podía permitir que ellos sufrieran mi mismo destino…-

-Si eran amigos… ¿Por qué te encerró en un sueño eterno?-

-Si yo asesinara a tu familia ¿Acaso no me odiarías?... Pensé que me condenaría a la muerte, no sé si esto es mejor o peor…-

-Lo hiciste para salvar a tu gente…-

-Si… Jajaja, recuerdo como gritaban mi nombre en forma de agradecimiento, por supuesto también estaban los que me gritaban asesino y cosas así, pero no importa lo volvería a hacer si fuera necesario-

-¿Por qué me lo cuentas ahora?-

-No lo sé… Tenía miedo a que si supieras lo que realmente soy, ya no querrías hablarme nunca más…- Una triste expresión adornaba su hermoso rostro, acerco mi mano a su rostro pero lo desvió a su cabello jalando un mechón un poco fuerte -¡Auch, a que vino eso!-.

-Ven vamos al prado, quiero recostarme- Tomo sus frías manos y nos dirigimos en silencio hasta el cálido jardín de flores, encontré un sitio cómodo y me senté para luego jalarlo para que se sentara a mi lado, me miraba entre tímido y dudoso pero aun así se sentó junto a mí. –No te juzgare por lo que hiciste, fueron distintos tiempos y ya no viene al caso lo que hiciste en tu pasado- Su mirada cambio de sorpresa a una enorme sonrisa –Pero… Ahora me gustaría que me contaras un poco de ti, si es que no te molesta…-

-Muchos de mis recuerdos fueron bloqueados… Pero hay una que otra anécdota que te puedo contar- Se recostó apoyando su cabeza en mis piernas y así comenzar sus relatos. No sabría decir cuánto tiempo paso, solo que disfrute cada momento en que el me contaba parte de su vida, el es muy histriónico para hablar, siempre mueve sus manos o hace sonidos según él para darle más emoción, en un momento nos quedamos en silencio para observar el paisaje, comencé a acariciar su cabeza y enredar mis dedos en su cabello. –Neithel…- Lo miré curioso y él se sonrojé –Mi nombre es Neithel, pero mis amigos me decían Neith…-.

-Un gusto conocerte Neithel- Pronuncie su nombre lo más lento que pude y me encanto como sonaba desde mi boca, el me observo aun con el sonrojo por unos segundo y desvía su mirada nuevamente al paisaje, regreso a mi tarea de acariciar su cabeza, hasta que noto que se había quedado dormido, siento como el sueño se apodera también de mi, esta podía ser la última vez en que lo vería, lo cual rompía mi corazón, acaricie sus suaves labios lentamente. –Prometo que te encontrare y te sacare de esta solitaria prisión- Tras decir esto, acabo completamente con la distancia entre nuestros labios y cierro mis ojos para volver a la cruel realidad.






~Yuu~



La mémoire d'une ombre (Capítulo 4 "Hechicero")

Cap. 4 “Hechicero”

-Danny… Danny, por favor despierta…- Llevábamos 3 días en la mansión de Thomas y Daniel aún no ha despertado desde el ataque, sus heridas ya sanaron pero su cuerpo debe recuperar la energía que usó y no sabemos cuánto pueda tardar eso. -Por favor… Despierta…- Leich no se ha separado de su lado en ningún momento, me siento impotente al verlos en ese estado a ambos y no poder hacer nada más que esperar para ayudarlos. Si tan solo hubiera prestado más atención a nuestro alrededor, el maldito Totub no nos habría tomado por sorpresa. Logré ahuyentarlo pero el daño ya estaba hecho y solo pude observar como Leich tenía a Danny en sus brazos, lo abrazaba con fuerza mientras lloraba, ambos estaban cubiertos por la sangre del menor.
Solo con recordarlo provoca que se me hiele la sangre y el pecho se me oprima.
-¿Aun no despierta?- Escucho una voz junto a mí, volteo la mirada y observo por unos segundos al dueño de esta mansión, es un hombre que no aparenta más de 40 años, cabello castaño rizado el cual está tomado en una pequeña coleta y  unos penetrantes ojos grises los cuales me miran intensamente.
-No, aun no-.
-Vaya muchachito somnoliento. Ya despertará, solo deben tener un poco de paciencia-.
-Lo sé…- Siento su mirada analizarme de pies a cabeza y dedicarme una sonrisa seductora, la cual me provoca un ligero escalofrió.

-Deberías ir a descansar, apenas has pegado un ojo desde que llegaste, puedo incluso ofrecerte mi cama si es que lo deseas- 

-Gracias Thomas, pero no me siento cansado y si fuera así prefiero ocupar el cuarto de invitados- Noto el cambio de ánimo en su rostro, él siempre se ha vanagloriado de obtener lo que quiere en todo momento, pero esta vez no va a ser así. Doy la conversación por terminada y me dirijo donde Leich pero una mano me detiene sujetando fuertemente mi brazo.

-Vamos Abelard, por los viejos tiempos. ¿Ya olvidaste lo bien que lo pasábamos?-

-Eso fue hace mucho Thomas, incluso antes de que Louis se fuera a vivir conmigo o de que Leich llegara-.

-¡JA!...Hubiera preferido que ese Nekium no llegara a tu vida-. Intento soltarme al escuchar ese comentario, pero solo provoca que el fuerza aun más el agarre y me tire hasta quedar completamente a su lado, nos observamos enojados mientras el acerca cada vez más su rostro al mío.

-¿Sucede algo malo?- Leich al rescate, no note en qué momento llego a nuestro lado y sujeto el brazo de Thomas que me tenia agarrado.

-Solo recordábamos el pasado…- Dice Thomas, luego de soltarme y mirar con una notoria sonrisa falsa a Leich.

-Ya veo… Abelard ¿Me acompañas a la cocina? Prepararé el desayuno para ambos- Sentí como mi querido Nekium tomaba mi mano y me sacaba de la pieza, me encantan sus arranques de celos, sacan a flote la personalidad agresiva y territorial de su especie. –Ten cuidado con Thomas, lo único que quiere es poder llevarte a su cama- No puedo evitar reír con sus palabras a lo cual él me mira enojado. -¿A que le vez el chiste?-.

-¿Sabes que me encanta cuando te comportas así?- Observo como frunce aún más su expresión con mis palabras. –Tranquilo, se manejar a Thomas, recuerda que solía quedarme aquí hace algunos años, debe seguir molesto por lo de Louis y quiere fastidiarme, pero eso es todo-. Me mira poco convencido pero termina confiando en mi. Llegamos a la cocina y nos topamos con algunos de los muchachos que viven aquí, uno de ellos es Joshua, era uno de los compañeros de Louis cuando vivía aquí, eran inseparables hasta que él tomo la decisión de marcharse a mi cabaña.

-¡Abelard! ¡Leich! Buenos días- Nos saluda Joshua cordialmente, mientras nos entrega una taza con chocolate caliente a cada uno.

-No debiste molestarte Joshua- Escucho decir a Leich mientras recibe su taza.

-Son invitados, no es ninguna molestia servirlos- Escucho como siguen hablando de algún tema que no me interesa, mientras bebo la bebida caliente, estar aquí me trae muchos recuerdos y uno de ellos es como conocí al chico que me robo el corazón.

Fue hace unos 15 años atrás, en una misión en el bosque de Lougut, era invierno y se habían registrado al menos 7 ataques de Nekium a las aldeas cercanas, el plan era poder capturar a alguno y que me guiara a donde estaba el resto. Pero luego de 2 semanas en una aldea sin conseguir nada, no me quedo otra opción que salir a buscarlos por mi cuenta y lo conseguí, logre encontrarlos pero no de la forma en la que esperaba hacerlo. En el centro del bosque los aldeanos tenían un lugar de entretención para ellos y visitantes adinerados, el lugar eran las ruinas de una antigua aldea de Nekiums, los habían emboscado y masacrado quedándose con algunos para poder tener su maldito burdel. A los Nekium más salvajes los tenían en jaulas sin comida ni agua, apartados del resto, los torturaban constantemente para poder “amaestrarlos” como ellos le decían. Fue en una de las jaulas en donde conocí al que me robo el corazón, había perdido a toda su familia en el ataque, se veía débil y estaba gravemente herido por las constantes torturas, pero aun así sus ojos reflejaban una fuerza que nunca había visto.
Me encargue de liberarlos a todos y que ellos mismos tomaran la venganza por sus manos, de todas maneras que podía hacer un simple cazador en contra de al menos 15 Nekiums furiosos y si hay algo que de más miedo que los Nekium hombres, son las mujeres, ellas son mucho más rápidas y letales a la hora de cazar, o en este caso, de tomar venganza.
Cuando terminaron se dirigieron a las montañas a formar una nueva aldea, menos uno, el hermoso chico de ojos celeste verdoso y cabello blanco como la nieve que había visto en las jaulas, se encontraba mirando atento el cadáver de su carcelero y torturador, parecía como si estuviera esperando a que se levantara una vez más para asesinarlo nuevamente. Me acerque a él y le puse una manta encima, algo estúpido porque ellos adoran el frio, me observo sorprendido por el gesto. “Mi nombre es Abelard” recuerdo decirle, a lo que el sonrió y respondió casi en un susurro “Soy Leich, gracias por la manta”, desde entonces que el está a mi lado y desde el momento en que vi su sonrisa él se quedo en mi corazón, rompiendo totalmente mi tradición como casanova.

-Abelard… ¡Hey Abelard!- La voz de Leich me saca de mis recuerdos, notando que ya me había terminado el chocolate de mi taza. -¿Estás bien?- Lo miro unos segundos y estiro mi mano y retiro un mechón de cabello que cae en su rostro, acomodándolo detrás de su oreja provocando que se sonroje con el gesto.

-Estoy bien, solo un poco melancólico… ¿Tu estas bien? No has dormido nada desde que llegamos- Veo cambiar su expresión a una de absoluta tristeza que me rompe el corazón.

-No puedo ni imaginar perder a Daniel… Recuerdo como perdí a mi familia y pensar que eso también les pueda suceder a ti o a él, o al resto de los chicos en casa, yo n-no…- Lo abrazo fuerte al escuchar su voz quebrarse, siento como llora en mis brazos mientras acaricio su cabeza. La razón de porque Leich es tan sobreprotector con Daniel y es tan estricto con el resto de los chicos es por temor a perderlos, todos somos una familia y Danny para él es su niño que crio con todo su esfuerzo.

-¿Interrumpo algo?- La voz de Thomas rompe la atmosfera, me observa divertido mientras Leich le da la espalda para secarse las lagrimas sin que lo vean. –Solo vengo a decirles que su muchacho está  reaccionando- Al escuchar esas palabras, nos miramos por unos segundos con Leich para luego correr al cuarto en donde se encontraba Danny, abrimos la puerta de golpe y lo vemos sentado en la cama estirándose perezosamente.

-Jajaja, que forma de entrar tan escandal…- No alcanza a terminar de hablar cuando Leich se arroja sobre él para abrazarlo.- ¡Leich, Eso duele! ¡¿Qué sucede, por qué lloras?!- Me mira preocupado por la reacción de Leich.

-Nos tenias preocupado Daniel…- Me acerco lentamente y desordeno su cabello.

-¿Preocupado, por qué?-

-Llevas dormido 3 días- Su cara refleja lo perplejo que se encuentra con esta revelación.

-¿Qué? Pero… imposible, solo estuve hablando con él un par de horas, o al menos eso se sintió…-

-¿Él? ¿De quién hablas?- Leich había parado de llorar y ahora miraba preocupado al chico, al igual que yo.

-El chico del campo de flores, ahora que lo pienso… No pude escuchar su nombre-

-¿Campo de flores?- Pensé que soñabas con unas ruinas bajo la nieve.

-Lo hago, pero… Las últimas noches también he soñado con un campo de flores y un chico recostado en medio de este- Leich continua interrogando a Daniel, pero mi atención ahora está centrada en Thomas que acaba de entrar y escuchaba con una expresión seria todo la conversación.

-¿Sucede algo malo?- Me acerco a preguntarle, no me agradaba lo tenso que estaba.

-La energía de ese chico es extraña…- Nos quedamos en silencio, podía escuchar las quejas de Danny hacia Leich, parece ser que el Nekium quería asegurarse de que el muchacho estuviera entero y para eso tenía que desvestirlo.

-Daniel, te quiero presentar al dueño de la mansión, su nombre es Thomas. Era el mentor de Louis cuando vivía aquí- Observo como el muchacho aleja a Leich para poder ofrecerle la mano a Thomas.

-¿También eres un brujo?-

-Jajaja, no, soy un hechicero- Le respondió Thomas, mientras estrechaba la mano de Daniel.

-¡Oh! Pensé que al haber sido mentor de Louis…-

-Louis es un hechicero al igual que yo, aun que tiene un extraordinario talento con la magia negra, prefiere derrocharlo practicando magia de sanación-

-Si Louis es un hechicero… ¿Por qué Rauth le dice Brujo?- 

-Debe sentir el tipo de magia que desprende el cuerpo de Louis, su familia es famosa por ser poderosos brujos, pero mi querido aprendiz solo tiene ojos para la magia blanca, un desperdicio la verdad…-

-Dices eso, pero tú eras el más feliz al descubrir que Louis era capaz de usar magia blanca, ¿O no, maestro?- Joshua aparece en el cuarto con una bandeja llena de comida para Daniel, se presentan entre ellos y Danny le entrega un paquete que parece ser de Louis, observo a Leich que parece preocupado con los nuevos sueños que tiene el chico, aun que yo lo veo bastante feliz, sus ojeras incluso están desapareciendo y luce mucho más saludable. Suspiro y me siento en la cama uniéndome a la conversación y robando de vez en cuando parte de la comida del plato de Danny.

El resto del día fue tranquilo, al igual que la semana que paso muy rápido, Thomas casi no salía de la biblioteca buscando alguna solución para las pesadillas que nos trajeron aquí, Leich se mantuvo atento vigilando a su muchacho el cual pasaba todas sus tardes en el jardín junto con los aprendices del hechicero, él y Joshua se hicieron buenos amigos, Danny no conoce mucha gente de su edad así que es agradable verlo compartir con chicos que tengan sus gustos.

-Luces terrible Thommy- Entro despacio a la biblioteca para darle un pequeño susto el hechicero, lo cual funciona ya que pegó un pequeño brinco en su sillón al escuchar mi voz.

-Vaya que visita mas encantadora, ¿Hace cuanto que no me llamas así?- Me observa mientras me señala con su mano un lugar junto a él en el sillón.

-Unos 20 años creo, ¿Has conseguido algo?- Me siento en un sillón distinto frente a él, lo cual lo hace enfurruñarse.

-Encontré un hechizo interesante, uno que te permitirá ingresar a los sueños del muchacho-

-¿Por qué querría ingresar a la cabeza de Daniel?-

-Creo que las pesadillas del chico están siendo provocadas por alguien que está fuertemente conectado a él, si logras ingresar a su cabeza la atención se concentrara en ti como un intruso, lo que me permitirá poder descubrir el enlace sin que me descubran-

- ¿Por qué yo?-

-No confió que tu querido Nekium reaccione bien a lo que encuentre dentro de la cabeza del chico-.

-No creo que a Daniel le guste mucho la idea…- 


-Es lo único que puedo hacer por él…- Quedamos de acuerdo con hacerlo en la noche, mientras lo ayudaba a preparar todo lo necesario para el hechizo, las horas pasaron volando y Leich nos pillo tomando unos tragos y riendo al recordar viejas anécdotas, me miro con mala cara a lo cual sonreí, nos dirigimos al cuarto de Daniel y lo encontramos hablando con Joshua sobre Louis, mire un momento a Thomas y comenzamos a contarles el plan que teníamos pensado.

-Espera… ¿Quieres que Abelard entre a los sueños de Danny?- Leich miraba con cara de pocos amigos al hechicero al escuchar el plan por completo

-¡Exactamente!- observo a Daniel que no parecía muy contento por la idea, pero termino aceptando de mala gana. Thomas nos hace recostarnos en la cama y tomarnos de las manos las cuales las enlazo con una cinta roja, comienza a pronunciar unas palabras en otro idioma y siento como el sueño se apodera de mi hasta que me arrastra por completo a la inconsciencia.

Abro los ojos y me encuentro en las ruinas de lo que pudo ser una majestuosa mansión, el cielo está completamente nublado y la nieve cubre todo lo que está a mí alrededor. –¡¡Danny!!- Grito fuerte buscándolo con la mirada.

-Parece que funciono…- Escucho una voz detrás mío que por la impresión me logra poner la piel de gallina.

-¡No aparezcas así!-

-Jajaja, perdón- Noto como observa a su alrededor  buscando algo.

-¿Qué sucede?-

-Esta… un poco distinto…- Una brisa fría nos golpea provocando que me congele por lo ligero de ropa, espera… ¿Frio?.

-Se supone que esto es un sueño, no deberíamos poder sentir nada-

-Mis sueños son un poco distintos, así que ten cuidado…- Comenzamos a caminar recorriendo el lugar, el cual estaba completamente vacío. –Qué extraño… ya debió suceder algo…- Un suave aroma a flores invade el lugar provocando que Danny sonría como nunca lo había visto – ¡Es el!- Me mira feliz por unos segundos hasta que un escalofrió nos recorre a ambos por el cuerpo. La nieve a nuestro alrededor comenzó a tornarse roja, como si estuviera manchada de sangre.

-Daniel, tenemos que irnos- Volteo para buscar una salida, pero una enorme figura negra nos bloquea el paso. -¿Qué?- Con un fuerte golpe la extraña figura me aleja de Daniel, provocando que choque contra unos árboles.

-¡¡Abelard!!- Lo escucho gritar mi nombre, intento levantarme pero las raíces de los arboles atrapan mis piernas y brazos.

-No te metas humano- Escucho una voz en mi cabeza y un niño de cinco años idéntico a Daniel aparece a mi lado, está cubierto de sangre que no es suya –No puedes interferir…- Observo como la figura sujeta a Danny por el cuello y lo levanta.

-¡¡Daniel, suéltalo lo estas lastimando!!-

-Los débiles como el… Solo merecen morir…- Al decir esto noto como una macabra sonrisa se dibuja en el rostro del niño.

-No… ¡Daniel, paren por favor!- Una cálida brisa nos golpea y con ella viene el dulce olor a flores, de la nada la figura suelta a Danny y comienza a desvanecerse. “Deben irse” escucho otra voz en mi cabeza, veo al niño y sus ojos cambiaron a un color carmesí, me mira tranquilo sin esa horrible sonrisa adornando su rostro, las ramas comienzan a retroceder y apenas me veo completamente libre corro hasta llegar junto a Daniel y lo tomo en brazos notando lo frio que esta. -¡Daniel, reacciona!- Comienzo a moverlo para intentar despertarlo, pero todo comienza a ponerse borroso, miro por última vez al niño que nos mira preocupados y escucho en mi cabeza “Deben tener cuidado” fue entonces cuando logre reconocer la voz, era la de Danny.

Despierto de golpe con un fuerte dolor de cabeza, mi mano seguía atada a la de Daniel, el cual seguía inconsciente.

-¿Qué paso?- Leich llega a mi lado preocupado, me incorporo lentamente notando un fuerte dolor en mi espalda, justo donde golpee contra los arboles. –Abelard responde ¿Por qué Daniel aun no despierta?-.

-¿Lo viste?- Mi pregunta va hacia Thomas el cual asiente seriamente.

-Es peor de lo que esperaba, debemos cortar la conexión ahora antes que se vuelva peor-

-¿Por qué aun no despierta?-

- Daniel está metido en este momento en otro enlace, están ambos entrelazados, si cortamos uno cortaremos ambos-

-¿Abelard?- La voz de Daniel nos hace reaccionar, se veía agotado pero tranquilo.

-¿El chico de las flores?- Le pregunto, a lo que el asintió feliz. Thomas procede a explicarle todo a Daniel, que había alguien metido en su cabeza haciéndole daño y que lamentablemente si cortaba la conexión la perdería también con el otro extraño sueño de las flores.

-No quiero…-

-Daniel escucha, si no lo hacemos puede ocurrir algo peor- Leich intentaba convencerlo pero era inútil, el se negaba a perder el contacto con el otro chico, una parte de mi lo entendía, algo dentro de mi me decía que no debíamos cortarla. –Thomas… hazlo- Observo como Thomas asiente ante el mandato de Leich.

-¡Espera Thomas no!- Intento detenerlo pero Leich me corta el paso.

-Es por su bien Abelard- Daniel intenta escapar pero los aprendices de Thomas lo agarran pidiéndole perdón, lo arrastran hasta llegar con el hechicero el cual comienza a recitar unas palabras, su mano se acerca a Danny el cual rogaba para que no lo hicieran, pero cuando estaba a punto de finalizar el hechizo un fuerte golpe de energía proveniente del él golpea a Thomas tirándolo en contra de la pared, observo como Daniel cae inconsciente al piso y  Leich corre a ayudarlo pero la energía lo golpea tirándolo al suelo, es en ese momento en que la sombra del chico comienza a levantarse formando una figura idéntica a Danny, su piel, cabello y ropa eran completamente negras, excepto sus ojos que tenían un intenso color carmesí los cuales reconocí, era los mismos que los del niño al final de aquella pesadilla.
La figura nos observa molesta y lo comprendí, está protegiendo a Daniel, es el mismo que nos sacó de aquel sueño, es la sombra del chico su propio guardián.

-No le haremos daño- La sombra me observa intensamente al pronunciar estas palabras. – Solo queremos protegerlo…- Observo como relaja su postura al reconocerme, su gesto molesto cambia a uno de tranquilidad. Comienzo a acercarme llegando junto al cuerpo inconsciente de Daniel. –Ya comprendí, no cortaremos la conexión- La sombra me sonríe satisfactoriamente y comienza a desvanecerse, observo a mi alrededor notando el destrozo que provocó el golpe de energía, levanté al pequeño y lo recosté en la cama, escucho a Leich quejarse por el golpe al igual que Thomas, suspiro cansado y desordeno el cabello del chico que no teníamos idea que era, solo que no era humano. –Vaya muchacho problemático resultaste ser ¿eh mocoso?-.


~Yuu~