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domingo, 18 de octubre de 2015

La mémoire d'une ombre (Capítulo 4 "Hechicero")

Cap. 4 “Hechicero”

-Danny… Danny, por favor despierta…- Llevábamos 3 días en la mansión de Thomas y Daniel aún no ha despertado desde el ataque, sus heridas ya sanaron pero su cuerpo debe recuperar la energía que usó y no sabemos cuánto pueda tardar eso. -Por favor… Despierta…- Leich no se ha separado de su lado en ningún momento, me siento impotente al verlos en ese estado a ambos y no poder hacer nada más que esperar para ayudarlos. Si tan solo hubiera prestado más atención a nuestro alrededor, el maldito Totub no nos habría tomado por sorpresa. Logré ahuyentarlo pero el daño ya estaba hecho y solo pude observar como Leich tenía a Danny en sus brazos, lo abrazaba con fuerza mientras lloraba, ambos estaban cubiertos por la sangre del menor.
Solo con recordarlo provoca que se me hiele la sangre y el pecho se me oprima.
-¿Aun no despierta?- Escucho una voz junto a mí, volteo la mirada y observo por unos segundos al dueño de esta mansión, es un hombre que no aparenta más de 40 años, cabello castaño rizado el cual está tomado en una pequeña coleta y  unos penetrantes ojos grises los cuales me miran intensamente.
-No, aun no-.
-Vaya muchachito somnoliento. Ya despertará, solo deben tener un poco de paciencia-.
-Lo sé…- Siento su mirada analizarme de pies a cabeza y dedicarme una sonrisa seductora, la cual me provoca un ligero escalofrió.

-Deberías ir a descansar, apenas has pegado un ojo desde que llegaste, puedo incluso ofrecerte mi cama si es que lo deseas- 

-Gracias Thomas, pero no me siento cansado y si fuera así prefiero ocupar el cuarto de invitados- Noto el cambio de ánimo en su rostro, él siempre se ha vanagloriado de obtener lo que quiere en todo momento, pero esta vez no va a ser así. Doy la conversación por terminada y me dirijo donde Leich pero una mano me detiene sujetando fuertemente mi brazo.

-Vamos Abelard, por los viejos tiempos. ¿Ya olvidaste lo bien que lo pasábamos?-

-Eso fue hace mucho Thomas, incluso antes de que Louis se fuera a vivir conmigo o de que Leich llegara-.

-¡JA!...Hubiera preferido que ese Nekium no llegara a tu vida-. Intento soltarme al escuchar ese comentario, pero solo provoca que el fuerza aun más el agarre y me tire hasta quedar completamente a su lado, nos observamos enojados mientras el acerca cada vez más su rostro al mío.

-¿Sucede algo malo?- Leich al rescate, no note en qué momento llego a nuestro lado y sujeto el brazo de Thomas que me tenia agarrado.

-Solo recordábamos el pasado…- Dice Thomas, luego de soltarme y mirar con una notoria sonrisa falsa a Leich.

-Ya veo… Abelard ¿Me acompañas a la cocina? Prepararé el desayuno para ambos- Sentí como mi querido Nekium tomaba mi mano y me sacaba de la pieza, me encantan sus arranques de celos, sacan a flote la personalidad agresiva y territorial de su especie. –Ten cuidado con Thomas, lo único que quiere es poder llevarte a su cama- No puedo evitar reír con sus palabras a lo cual él me mira enojado. -¿A que le vez el chiste?-.

-¿Sabes que me encanta cuando te comportas así?- Observo como frunce aún más su expresión con mis palabras. –Tranquilo, se manejar a Thomas, recuerda que solía quedarme aquí hace algunos años, debe seguir molesto por lo de Louis y quiere fastidiarme, pero eso es todo-. Me mira poco convencido pero termina confiando en mi. Llegamos a la cocina y nos topamos con algunos de los muchachos que viven aquí, uno de ellos es Joshua, era uno de los compañeros de Louis cuando vivía aquí, eran inseparables hasta que él tomo la decisión de marcharse a mi cabaña.

-¡Abelard! ¡Leich! Buenos días- Nos saluda Joshua cordialmente, mientras nos entrega una taza con chocolate caliente a cada uno.

-No debiste molestarte Joshua- Escucho decir a Leich mientras recibe su taza.

-Son invitados, no es ninguna molestia servirlos- Escucho como siguen hablando de algún tema que no me interesa, mientras bebo la bebida caliente, estar aquí me trae muchos recuerdos y uno de ellos es como conocí al chico que me robo el corazón.

Fue hace unos 15 años atrás, en una misión en el bosque de Lougut, era invierno y se habían registrado al menos 7 ataques de Nekium a las aldeas cercanas, el plan era poder capturar a alguno y que me guiara a donde estaba el resto. Pero luego de 2 semanas en una aldea sin conseguir nada, no me quedo otra opción que salir a buscarlos por mi cuenta y lo conseguí, logre encontrarlos pero no de la forma en la que esperaba hacerlo. En el centro del bosque los aldeanos tenían un lugar de entretención para ellos y visitantes adinerados, el lugar eran las ruinas de una antigua aldea de Nekiums, los habían emboscado y masacrado quedándose con algunos para poder tener su maldito burdel. A los Nekium más salvajes los tenían en jaulas sin comida ni agua, apartados del resto, los torturaban constantemente para poder “amaestrarlos” como ellos le decían. Fue en una de las jaulas en donde conocí al que me robo el corazón, había perdido a toda su familia en el ataque, se veía débil y estaba gravemente herido por las constantes torturas, pero aun así sus ojos reflejaban una fuerza que nunca había visto.
Me encargue de liberarlos a todos y que ellos mismos tomaran la venganza por sus manos, de todas maneras que podía hacer un simple cazador en contra de al menos 15 Nekiums furiosos y si hay algo que de más miedo que los Nekium hombres, son las mujeres, ellas son mucho más rápidas y letales a la hora de cazar, o en este caso, de tomar venganza.
Cuando terminaron se dirigieron a las montañas a formar una nueva aldea, menos uno, el hermoso chico de ojos celeste verdoso y cabello blanco como la nieve que había visto en las jaulas, se encontraba mirando atento el cadáver de su carcelero y torturador, parecía como si estuviera esperando a que se levantara una vez más para asesinarlo nuevamente. Me acerque a él y le puse una manta encima, algo estúpido porque ellos adoran el frio, me observo sorprendido por el gesto. “Mi nombre es Abelard” recuerdo decirle, a lo que el sonrió y respondió casi en un susurro “Soy Leich, gracias por la manta”, desde entonces que el está a mi lado y desde el momento en que vi su sonrisa él se quedo en mi corazón, rompiendo totalmente mi tradición como casanova.

-Abelard… ¡Hey Abelard!- La voz de Leich me saca de mis recuerdos, notando que ya me había terminado el chocolate de mi taza. -¿Estás bien?- Lo miro unos segundos y estiro mi mano y retiro un mechón de cabello que cae en su rostro, acomodándolo detrás de su oreja provocando que se sonroje con el gesto.

-Estoy bien, solo un poco melancólico… ¿Tu estas bien? No has dormido nada desde que llegamos- Veo cambiar su expresión a una de absoluta tristeza que me rompe el corazón.

-No puedo ni imaginar perder a Daniel… Recuerdo como perdí a mi familia y pensar que eso también les pueda suceder a ti o a él, o al resto de los chicos en casa, yo n-no…- Lo abrazo fuerte al escuchar su voz quebrarse, siento como llora en mis brazos mientras acaricio su cabeza. La razón de porque Leich es tan sobreprotector con Daniel y es tan estricto con el resto de los chicos es por temor a perderlos, todos somos una familia y Danny para él es su niño que crio con todo su esfuerzo.

-¿Interrumpo algo?- La voz de Thomas rompe la atmosfera, me observa divertido mientras Leich le da la espalda para secarse las lagrimas sin que lo vean. –Solo vengo a decirles que su muchacho está  reaccionando- Al escuchar esas palabras, nos miramos por unos segundos con Leich para luego correr al cuarto en donde se encontraba Danny, abrimos la puerta de golpe y lo vemos sentado en la cama estirándose perezosamente.

-Jajaja, que forma de entrar tan escandal…- No alcanza a terminar de hablar cuando Leich se arroja sobre él para abrazarlo.- ¡Leich, Eso duele! ¡¿Qué sucede, por qué lloras?!- Me mira preocupado por la reacción de Leich.

-Nos tenias preocupado Daniel…- Me acerco lentamente y desordeno su cabello.

-¿Preocupado, por qué?-

-Llevas dormido 3 días- Su cara refleja lo perplejo que se encuentra con esta revelación.

-¿Qué? Pero… imposible, solo estuve hablando con él un par de horas, o al menos eso se sintió…-

-¿Él? ¿De quién hablas?- Leich había parado de llorar y ahora miraba preocupado al chico, al igual que yo.

-El chico del campo de flores, ahora que lo pienso… No pude escuchar su nombre-

-¿Campo de flores?- Pensé que soñabas con unas ruinas bajo la nieve.

-Lo hago, pero… Las últimas noches también he soñado con un campo de flores y un chico recostado en medio de este- Leich continua interrogando a Daniel, pero mi atención ahora está centrada en Thomas que acaba de entrar y escuchaba con una expresión seria todo la conversación.

-¿Sucede algo malo?- Me acerco a preguntarle, no me agradaba lo tenso que estaba.

-La energía de ese chico es extraña…- Nos quedamos en silencio, podía escuchar las quejas de Danny hacia Leich, parece ser que el Nekium quería asegurarse de que el muchacho estuviera entero y para eso tenía que desvestirlo.

-Daniel, te quiero presentar al dueño de la mansión, su nombre es Thomas. Era el mentor de Louis cuando vivía aquí- Observo como el muchacho aleja a Leich para poder ofrecerle la mano a Thomas.

-¿También eres un brujo?-

-Jajaja, no, soy un hechicero- Le respondió Thomas, mientras estrechaba la mano de Daniel.

-¡Oh! Pensé que al haber sido mentor de Louis…-

-Louis es un hechicero al igual que yo, aun que tiene un extraordinario talento con la magia negra, prefiere derrocharlo practicando magia de sanación-

-Si Louis es un hechicero… ¿Por qué Rauth le dice Brujo?- 

-Debe sentir el tipo de magia que desprende el cuerpo de Louis, su familia es famosa por ser poderosos brujos, pero mi querido aprendiz solo tiene ojos para la magia blanca, un desperdicio la verdad…-

-Dices eso, pero tú eras el más feliz al descubrir que Louis era capaz de usar magia blanca, ¿O no, maestro?- Joshua aparece en el cuarto con una bandeja llena de comida para Daniel, se presentan entre ellos y Danny le entrega un paquete que parece ser de Louis, observo a Leich que parece preocupado con los nuevos sueños que tiene el chico, aun que yo lo veo bastante feliz, sus ojeras incluso están desapareciendo y luce mucho más saludable. Suspiro y me siento en la cama uniéndome a la conversación y robando de vez en cuando parte de la comida del plato de Danny.

El resto del día fue tranquilo, al igual que la semana que paso muy rápido, Thomas casi no salía de la biblioteca buscando alguna solución para las pesadillas que nos trajeron aquí, Leich se mantuvo atento vigilando a su muchacho el cual pasaba todas sus tardes en el jardín junto con los aprendices del hechicero, él y Joshua se hicieron buenos amigos, Danny no conoce mucha gente de su edad así que es agradable verlo compartir con chicos que tengan sus gustos.

-Luces terrible Thommy- Entro despacio a la biblioteca para darle un pequeño susto el hechicero, lo cual funciona ya que pegó un pequeño brinco en su sillón al escuchar mi voz.

-Vaya que visita mas encantadora, ¿Hace cuanto que no me llamas así?- Me observa mientras me señala con su mano un lugar junto a él en el sillón.

-Unos 20 años creo, ¿Has conseguido algo?- Me siento en un sillón distinto frente a él, lo cual lo hace enfurruñarse.

-Encontré un hechizo interesante, uno que te permitirá ingresar a los sueños del muchacho-

-¿Por qué querría ingresar a la cabeza de Daniel?-

-Creo que las pesadillas del chico están siendo provocadas por alguien que está fuertemente conectado a él, si logras ingresar a su cabeza la atención se concentrara en ti como un intruso, lo que me permitirá poder descubrir el enlace sin que me descubran-

- ¿Por qué yo?-

-No confió que tu querido Nekium reaccione bien a lo que encuentre dentro de la cabeza del chico-.

-No creo que a Daniel le guste mucho la idea…- 


-Es lo único que puedo hacer por él…- Quedamos de acuerdo con hacerlo en la noche, mientras lo ayudaba a preparar todo lo necesario para el hechizo, las horas pasaron volando y Leich nos pillo tomando unos tragos y riendo al recordar viejas anécdotas, me miro con mala cara a lo cual sonreí, nos dirigimos al cuarto de Daniel y lo encontramos hablando con Joshua sobre Louis, mire un momento a Thomas y comenzamos a contarles el plan que teníamos pensado.

-Espera… ¿Quieres que Abelard entre a los sueños de Danny?- Leich miraba con cara de pocos amigos al hechicero al escuchar el plan por completo

-¡Exactamente!- observo a Daniel que no parecía muy contento por la idea, pero termino aceptando de mala gana. Thomas nos hace recostarnos en la cama y tomarnos de las manos las cuales las enlazo con una cinta roja, comienza a pronunciar unas palabras en otro idioma y siento como el sueño se apodera de mi hasta que me arrastra por completo a la inconsciencia.

Abro los ojos y me encuentro en las ruinas de lo que pudo ser una majestuosa mansión, el cielo está completamente nublado y la nieve cubre todo lo que está a mí alrededor. –¡¡Danny!!- Grito fuerte buscándolo con la mirada.

-Parece que funciono…- Escucho una voz detrás mío que por la impresión me logra poner la piel de gallina.

-¡No aparezcas así!-

-Jajaja, perdón- Noto como observa a su alrededor  buscando algo.

-¿Qué sucede?-

-Esta… un poco distinto…- Una brisa fría nos golpea provocando que me congele por lo ligero de ropa, espera… ¿Frio?.

-Se supone que esto es un sueño, no deberíamos poder sentir nada-

-Mis sueños son un poco distintos, así que ten cuidado…- Comenzamos a caminar recorriendo el lugar, el cual estaba completamente vacío. –Qué extraño… ya debió suceder algo…- Un suave aroma a flores invade el lugar provocando que Danny sonría como nunca lo había visto – ¡Es el!- Me mira feliz por unos segundos hasta que un escalofrió nos recorre a ambos por el cuerpo. La nieve a nuestro alrededor comenzó a tornarse roja, como si estuviera manchada de sangre.

-Daniel, tenemos que irnos- Volteo para buscar una salida, pero una enorme figura negra nos bloquea el paso. -¿Qué?- Con un fuerte golpe la extraña figura me aleja de Daniel, provocando que choque contra unos árboles.

-¡¡Abelard!!- Lo escucho gritar mi nombre, intento levantarme pero las raíces de los arboles atrapan mis piernas y brazos.

-No te metas humano- Escucho una voz en mi cabeza y un niño de cinco años idéntico a Daniel aparece a mi lado, está cubierto de sangre que no es suya –No puedes interferir…- Observo como la figura sujeta a Danny por el cuello y lo levanta.

-¡¡Daniel, suéltalo lo estas lastimando!!-

-Los débiles como el… Solo merecen morir…- Al decir esto noto como una macabra sonrisa se dibuja en el rostro del niño.

-No… ¡Daniel, paren por favor!- Una cálida brisa nos golpea y con ella viene el dulce olor a flores, de la nada la figura suelta a Danny y comienza a desvanecerse. “Deben irse” escucho otra voz en mi cabeza, veo al niño y sus ojos cambiaron a un color carmesí, me mira tranquilo sin esa horrible sonrisa adornando su rostro, las ramas comienzan a retroceder y apenas me veo completamente libre corro hasta llegar junto a Daniel y lo tomo en brazos notando lo frio que esta. -¡Daniel, reacciona!- Comienzo a moverlo para intentar despertarlo, pero todo comienza a ponerse borroso, miro por última vez al niño que nos mira preocupados y escucho en mi cabeza “Deben tener cuidado” fue entonces cuando logre reconocer la voz, era la de Danny.

Despierto de golpe con un fuerte dolor de cabeza, mi mano seguía atada a la de Daniel, el cual seguía inconsciente.

-¿Qué paso?- Leich llega a mi lado preocupado, me incorporo lentamente notando un fuerte dolor en mi espalda, justo donde golpee contra los arboles. –Abelard responde ¿Por qué Daniel aun no despierta?-.

-¿Lo viste?- Mi pregunta va hacia Thomas el cual asiente seriamente.

-Es peor de lo que esperaba, debemos cortar la conexión ahora antes que se vuelva peor-

-¿Por qué aun no despierta?-

- Daniel está metido en este momento en otro enlace, están ambos entrelazados, si cortamos uno cortaremos ambos-

-¿Abelard?- La voz de Daniel nos hace reaccionar, se veía agotado pero tranquilo.

-¿El chico de las flores?- Le pregunto, a lo que el asintió feliz. Thomas procede a explicarle todo a Daniel, que había alguien metido en su cabeza haciéndole daño y que lamentablemente si cortaba la conexión la perdería también con el otro extraño sueño de las flores.

-No quiero…-

-Daniel escucha, si no lo hacemos puede ocurrir algo peor- Leich intentaba convencerlo pero era inútil, el se negaba a perder el contacto con el otro chico, una parte de mi lo entendía, algo dentro de mi me decía que no debíamos cortarla. –Thomas… hazlo- Observo como Thomas asiente ante el mandato de Leich.

-¡Espera Thomas no!- Intento detenerlo pero Leich me corta el paso.

-Es por su bien Abelard- Daniel intenta escapar pero los aprendices de Thomas lo agarran pidiéndole perdón, lo arrastran hasta llegar con el hechicero el cual comienza a recitar unas palabras, su mano se acerca a Danny el cual rogaba para que no lo hicieran, pero cuando estaba a punto de finalizar el hechizo un fuerte golpe de energía proveniente del él golpea a Thomas tirándolo en contra de la pared, observo como Daniel cae inconsciente al piso y  Leich corre a ayudarlo pero la energía lo golpea tirándolo al suelo, es en ese momento en que la sombra del chico comienza a levantarse formando una figura idéntica a Danny, su piel, cabello y ropa eran completamente negras, excepto sus ojos que tenían un intenso color carmesí los cuales reconocí, era los mismos que los del niño al final de aquella pesadilla.
La figura nos observa molesta y lo comprendí, está protegiendo a Daniel, es el mismo que nos sacó de aquel sueño, es la sombra del chico su propio guardián.

-No le haremos daño- La sombra me observa intensamente al pronunciar estas palabras. – Solo queremos protegerlo…- Observo como relaja su postura al reconocerme, su gesto molesto cambia a uno de tranquilidad. Comienzo a acercarme llegando junto al cuerpo inconsciente de Daniel. –Ya comprendí, no cortaremos la conexión- La sombra me sonríe satisfactoriamente y comienza a desvanecerse, observo a mi alrededor notando el destrozo que provocó el golpe de energía, levanté al pequeño y lo recosté en la cama, escucho a Leich quejarse por el golpe al igual que Thomas, suspiro cansado y desordeno el cabello del chico que no teníamos idea que era, solo que no era humano. –Vaya muchacho problemático resultaste ser ¿eh mocoso?-.


~Yuu~




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